La interfaz de programación de aplicaciones, cuyo acrónimo en inglés es API (application programming interface), es un conjunto de funciones residentes en bibliotecas (generalmente dinámicas, también llamadas DLL por sus siglas en inglés, término usado para referirse a éstas en Windows) que permiten que una aplicación corra bajo un determinado sistema operativo. En este caso se refiere a las aplicaciones Windows.
Debido a su estrecha relación con el desarrollo de software, los programas en sus especificaciones generalmente explicitan la versión de la API del sistema operativo, mediante diversas nomenclaturas tales como la versión específica del sistema operativo (para Windows 98, por ejemplo), o explicitando la versión del conjunto de bibliotecas (Plataforma Win32, etc.).